Mitos y realidades de las sopas instantáneas
En México al día se consumen más de 4 millones de vasos de sopas instantáneas. Este producto ingresó al mercado nacional a principios de la década de 1990 y, a partir de entonces, su presencia se ha expandido.
Cada vaso incluye 1.2 gramos de sodio, lo que representa la mitad del requerimiento diario en personas sanas.
Se ha mencionado que es peligroso consumirlas ya que contienen un aditivo llamado glutamato monosódico, sustancia a la que se le ha dado el calificativo de “veneno”. También llamado E621, se encuentra en una amplia variedad de alimentos y es una sal del ácido glutámico; éste es aminoácido presente en todas las proteínas.
Es utilizado para potenciar el sabor, por lo que se usa con frecuencia en botanas saladas, salsas, aderezos, sazonadores y sopas instantáneas. Sin embargo, si este ingrediente se maneja en dosis pequeñas no resultará dañino para el organismo.
La cantidad de glutamato monosódico que incluyen las sopas instantáneas no se reporta, ya que aparece en los últimos lugares, lo que significa que se encuentra en baja cantidad.
En algunos organismos ingerir este elemento aunque sea en baja cantidad puede ocasionar algún grado de toxicidad, mientras que otros lo puedan digerir normalmente.
Mitos y verdades:
– Causa cáncer. Muchas personas lo aseguran y señalan que consumir sopas instantáneas llevaría a desarrollar tumores malignos. La realidad nos indica que no es así.
– Provoca asma. Tampoco está demostrado que al ingerirlo cause la enfermedad. Si bien ésta puede activarse ante la exposición y consumo de sustancias a las que el paciente es sensible, ello no significa que la fórmula de las sopas de vasito ocasionará una crisis porque puede no ser susceptible a esos compuestos.
– Genera el “síndrome del restaurante chino”. Se caracteriza por sensación de inflamación y calor en rostro o alguna otra parte del cuerpo, así como dolor de cabeza. Su aparición depende de la sensibilidad de la gente, pues aún en dosis inocuas hay quienes lo sufren y, en contraparte, hay a quienes no les genera efecto alguno.
– Se queda varios días en el intestino. El organismo cuenta con enzimas que le permiten digerir de manera correcta todos los alimentos, así que este alimento se digiere de la misma forma. En todo caso, si se tiene una ingesta muy alta en carbohidratos y la persona no está acostumbrada, puede causarle diarrea.
Es importante señalar que todo en exceso es malo, y que el consumo de este alimento no debe ser regular, lo mejor es mantener una alimentación balanceada.